29 septiembre 2008

6 días en los Pirineos

Los Pirineos era una asignatura pendiente y, de camino a Bretaña, durante el mes de julio de 2008, no quisimos desaprovechar la oportunidad de pasar unos días en los Pirineos, algo de lo que nos alegramos infinitamente. Recordamos aquí esos días, dejando el viaje por la Bretaña para otro relato.

Nuestro itinerario

Lunes, 7. Madrid – Fragen (Torla)
Martes, 8. Fragen – Pradera de Ordesa – Refugio de Goriz
Miércoles, 9. Refugio de Goriz – Brecha de Rolando – Pradera de Ordesa - Fragen
Jueves, 10. Fragen - Boltaña
Viernes, 11. Boltaña – Cañón de Añisclo – Pineta
Sábado, 12. Valle de Pineta – Lagos de la Munia – Pineta
Domingo, 13. Valle de Pineta – Bretaña
Lunes, 14– Sábado, 26. Bretaña
Lunes, 28. Bretaña - Valle de Pineta

Martes, 29. Valle de Pineta – Balcón de Pineta - Valle de Pineta
Miércoles, 30. Valle de Pineta - Zaragoza




Presupuesto aproximado (por persona
Gasóleo: 35 €
Alojamiento (8 noches con desayuno): 255 €
Comida: 210 €
Total: 500 €

Precios
El alojamiento nos pareció relativamente barato, comparado con los precios a que estamos acostumbrados en los alojamientos rurales de Andalucía. En cuanto a las comidas no hay diferencias significativas, salvo los supermercados de Torla, que tienen unos precios un tanto inflados.

Direcciones útiles

Generales
http://ordesa.com/
http://www.brechaderolando.com/
http://www.topwalks.net/es/alueet.htm#Huesca
http://www.villadeainsa.com/

Alojamiento
http://casabandres.com/
http://www.goriz.es/
http://www.monasteriodeboltana.es/
http://www.lospirineos.com/casafrauca/index.htm

http://www.maisonfouga.com/ (Pirineos franceses)



Nuestro viaje, día a día


Lunes, 7 Julio 2008. Madrid – Fragen
Salimos de Madrid, sobre las 10 de la mañana y, después de una parada en el monasterio de Piedra, que no llegamos a visitar (había demasiada gente y no nos apetecía pagar la entrada) y un bocata en el camino, llegamos a media tarde a Fragen, un pueblecito muy pequeño, con menos de 50 habitantes, a 3 ó 4 kilómetros de Torla. Es un sitio idílico, casas de piedra (varias dedicadas al turismo rural) entre montañas, prados, vacas.. y una tranquilidad absoluta, al contrario de la bulliciosa Torla, aunque en estos días estaba bastante tranquila, muy lejos de las aglomeraciones que, según allí nos contaron, se producen sobre todo en el mes de agosto. De todas formas también es un pueblo muy bonito, en un entorno precioso.
Nos alojamos en Casa Bandrés (www.casabandres.com), una bonita casa de pueblo, rehabilitada para el turismo rural con mucho gusto. Cuenta con una preciosa terraza en la que puedes tomar tu propia comida, utilizando además los accesorios de la cocina de la casa, salvo la cocina. Los desayunos son también buenos y generosos. Y Pepa, la dueña, buena conocedora de la zona y con mucha información de todo tipo siempre dispuesta a orientar a sus huéspedes en todo lo que se le requiera.
Y a todo esto hay que añadir un precio excepcional: 36 €, desayuno incluido, una habitación con baño compartido con otra, aunque tuvimos la suerte de utilizarnos sólo nosotros. De todas formas, la 2ª noche dispusimos de una habitación con baño propio por el mismo precio. Un poco pequeña, pero muy bien acondicionada. Desde luego, es un sitio totalmente recomendable con una ubicación perfecta para moverse en el entorno del valle de Ordesa.

Martes, 8 Julio 2008. Fragen – Pradera de Ordesa - refugio de Goriz
A las 8:30 de la mañana estábamos en Torla para coger el autobús que hace los traslados hasta la pradera de Ordesa, puesto que durante el verano no está permitido acceder en coches particulares. Hay salidas cada 15 minutos a lo largo de todo el día y el trayecto apenas dura 15 minutos.
En un día de sol precioso, antes de las 9 iniciábamos nuestro primer paseo por los Pirineos. Nuestro destino era el refugio de Goriz (http://www.goriz.es/), en donde habíamos reservado 2 noches (algo recomendable en verano, puesto que hay mucha demanda). Previamente pasaríamos por la Cola de Caballo. para lo que hay 2 opciones: el valle de Ordesa o subir por la senda de los cazadores continuar por la Faja de Pelay. Bien aconsejados por Pepa, nos decidimos por la segunda opción para hacer la vuelta por el valle. La subida es realmente dura, un interminable zig-zag, que salva un desnivel de más de 600 metros para llegar casi encima del punto de partida, entre hayas que apenas dejan pasar la luz del sol, aunque en algunos momentos hay claros que permiten observar preciosas panorámicas del valle y de las montañas de alrededor. El tiempo de subida estimado es de 1:30 horas que se puede alargar o acortar en unos 30 minutos, en función de la condición física de cada uno. A pesar de la dureza de la subida, hacer la senda en sentido contario es aún peor, puesto que en la bajada las rodillas sufren muchísimo. Una vez arriba, desde un mirador se obtienen unas vistas espectaculares y comienza un suave y ligeramente descendente paseo por la Faja de Pelay hasta la Cola de Caballo. Pronto se puede ver al otro lado del valle la brecha de Rolando y el circo de Cotatuero. Y más adelante se disfruta de una preciosa visión desde arriba de las gradas de Soaso. Otro momento espectacular del paseo es la panorámica de los tres soroses: El Cilindro de Marboré, Monte Perdido y Soum Ramond, los 3 imponentes picos que apenas perderemos de vista en los próximos días. En poco más de 2 horas, desde el mirador, estábamos en la Cola de Caballo. Otra de las ventajas de hacer la senda es que apenas nos encontramos con 10 ó 12 personas en todo el trayecto, mientras que por el valle se veían grandes grupos y en la Cola de Caballo, aún sin aglomeraciones, había más gente de la que nos gustaría encontrar por lo que decidimos comer algo a una distancia prudente y acercarnos cuando volviésemos.
Para continuar nuestro caminos a Goriz, nos quedaba decidir si salvaríamos el primer desnivel zigzageando por el sendero o subiendo por las clavijas. Son uno pivotes metálicos clavados en las rocas y unidos por cadenas que permiten hacer la subida de una manera más rápida haciendo una pequeña escalada. No es una subida peligrosa pero, desde luego, tiene su riesgo y ha de hacerse con cierta precaución, especialmente cualquier persona que tenga problemas de vértigo. Nosotros observamos un rato y vimos que nadie subía por las clavijas, lo que nos hizo dudar un poco, pero finalmente nos decidimos y nos gustó mucho hacerlo. La vista desde el pequeño llano al que se sube sobre el valle de Ordesa es maravillosa. Nos sentíamos ya casi en Goriz y, quizás fuese por eso, pero la subida desde aquí hasta el refugio se hacía por veces interminable. Después de cada repecho esperas ver el refugio, pero siempre hay otro más y cuando ya finalmente lo ves, aún quedan muchas pequeñas subidas. Unos 90 minutos después de las clavijas llegamos al refugio.
Las instalaciones están bien, excepto los baños, pocos y sucios, aunque estaban construyendo unos nuevos. Un baño en las frías aguas del barranco de Goriz, bajo la atenta mirada de una marmota, te deja nuevo y listo para una cena, buena y abundante, que devoramos con ganas. Un rato después estábamos en las literas.

Miércoles, 9 Julio 2008. Refugio de Goriz – Brecha de Rolando – Goriz - Fragen
El movimiento empieza temprano en el refugio, aunque la gente que compartía nuestro barracón (un total de 27 personas) era muy respetuosa y todo el mundo procuraba hacer el menor ruido posible para no molestar a la gente que dormía. A las 9 de la mañana, de nuevo bajo un sol radiante, salíamos en dirección a nuestro objetivo para hoy, la Brecha de Rolando (http://www.brechaderolando.com). Antes de 1 hora, después de una subida sin especial dificultad, estábamos en los llanos de Millaris, un paraje impresionante, completamente nevado en su parte más alta. Pronto comenzamos a caminar por la nieve, sin demasiada dificultad, hasta llegar a la base del pico Descargador, que bordeamos, mientras un grupo de sarrios corrían por la zona. Pronto, después de un giro a la derecha vimos al fondo la falsa brecha, y no mucho después, unas 2 horas después de salir del refugio, veíamos la Brecha de Rolando. Llegamos hasta casi la base de la cueva de Casterét y, aunque estábamos ya muy cerquita de la Brecha no pudimos llegar hasta ella. Había mucha nieve y hielo y tanto en el refugio como algunos montañeros que nos encontramos en el camino nos recomendaron no continuar si no llevábamos grampones. Nos quedamos un rato haciendo alguna foto y disfrutando de un sitio realmente espectacular. Hicimos la vuelta tranquilamente, maravillados por el entorno y con la compañía de varias marmotas que salían a saludarnos.
Poco después de las 2 de la tarde estábamos de nuevo en el refugio y, aunque habíamos reservado 2 noches, decidimos hacer un cambio de planes y volver ese mismo día a Fragen, con la esperanza de que hubiese sitio en casa Bandrés (en el refugio no hay cobertura y no podíamos hacer una reserva). Así que nos tomamos unos reparadores huevos fritos con jamón y nos pusimos en camino.
Bajo un sol abrasador llegamos a la Cola de Caballo sobre las 5 de la tarde, ahora sin apenas gente, lo que nos permitió pasar un buen rato jugando y refrescándonos en la base de la cascada.
Desde aquí, ya siempre al lado del río Azaras, emprendimos el camino de vuelta hacia la pradera de Ordesa. Agua por todas partes, paisajes a cada cual más alucinante que el anterior, las gradas de Soaso, las cascadas del Estrecho, de la Cueva, bosques de hayas… y ya muy cansados, a las 8:45 cogimos el autobús en la pradera.
Afortunadamente, Pepa tenía una habitación para nosotros y pudimos disfrutar de unas cervezas muy frías con embutidos y quesos de la zona en la terraza de casa Bandrés.

Jueves, 10 Julio 2008. Fragen – Boltaña
Nos tomamos este día en plan relax. Después de un buen desayuno, una amigable charla con Pepa, y un relajante paseíto por Fragen, salimos, ya muy avanzada la mañana, en dirección a Sarvisé, en donde comeríamos, muy bien asesorados por nuestra anfitriona, en el restaurante Casa Frauca (www.lospirineos.com/casafrauca/index.htm). La carretera hasta Boltaña, francamente bonita, pasa por varios pueblos abandonados, reflejo de la dureza de la vida en esta zona años atrás. Esa noche habíamos reservado una habitación en el monasterio de Boltaña, rehabilitado como hotel, propiedad de la cadena Barceló (http://www.monasteriodeboltana.es/). Allí pasamos el resto de la tarde, organizando nuestro itinerario para los próximos días. El hotel goza de una buena rehabilitación, en el que destacan los pasillos abovedados, con una decoración con motivos étnicos. Pero, desde luego, no es el tipo de hotel que nos gusta: demasiado grande, las habitaciones un tanto impersonales (podrías estar en cualquier hotel de 4 estrellas de cualquier sitio de España) y un precio que, aún no siendo desorbitado (133 € con desayuno), ha sido, con mucho, el más alto que pagamos en todo el viaje (incluyendo Bretaña), y quizás el menos atractivo de todos.

Viernes, 11 Julio 2008. Boltaña – Cañón de Añisclo – Valle de Pineta
Desde el hotel nos dirigimos a la cercana población de Ainsa (http://www.villadeainsa.com/) , precioso pueblo, con grandes casonas de piedra y una bonita plaza porticada. Conserva gran parte de las murallas que lo rodeaban. Aunque el pueblo en sí forma un conjunto de gran pureza en el que el Románico se asoma en cada piedra, hay algunos monumentos destacados que merecen una visita por sí solos.
Continuamos hacía Escalona y aquí nos desviamos a la izquierda en dirección a Nerín. A los pocos kilómetros se encuentra un desvío a la izquierda, dirección a Puyarruego, que no se debe coger, continuando a partir de ahí por una carretera que, en temporada alta, es de sentido único. Pronto entraremos en el cañón de Añisclo y la carretera se vuelve cada vez más estrecha, con cerradas curvas, una tras otra y preciosos túneles naturales excavados en las rocas. Es difícil resistir la tentación de pararse para admirar el lugar, tanto hacia arriba, hacia las altas paredes entre las que estamos encajonados, como hacia abajo, hacia el precioso río Bellos que nos acompaña a la derecha. A unos 13 kilómetros de Escalona, hay un aparcamiento a la izquierda, donde dejamos el coche para comenzar a caminar. Regresamos por la carretera unos 900 metros hasta encontrar un desvío a la izquierda que cogimos y enseguida vimos unos paneles informativos. Allí seguimos un desvío a la derecha que conduce a un precioso y altísimo puente de piedra con una vista impresionante sobre el río. Después del puente, girando a la izquierda, enseguida volvimos a la pista inicial. Después de la ermita de San Úrbez, personaje con una curiosa leyenda, hay una bifurcación y nosotros continuamos en dirección a La Ripareta, con el río a nuestra izquierda al principio y, después de pasar un puente, ya siempre a nuestra derecha. Una hora después de dejar el coche llegamos a una zona abierta conocida como Cumaz. Poco después dejamos una fuente a nuestra izquierda y comienza un durísimo ascenso, de unos 90 minutos, entre bosques de hayas, fresnos centenarios mientras el río Bellos nos acompaña deleitándonos con cascadas, pozas y paisajes maravillosos. El color del agua, cambiante a cada momento, es impactante. La subida termina en Selva Plana, que nos recibía con pequeños campos de lirios y unas vistas fabulosas sobre el cañón de Añisclo. Media hora más de camino con un perfil levemente descendente nos lleva hasta un claro donde el río forma una impresionante cascada. Estamos en La Ripareta. Otro sitio precioso, entre montañas, en donde el río se ensancha un poco y discurre mansamente antes de caer en cascada, con unos pequeños prados al lado, bajo la sombra de encinas y hayas y peñascos que nos sirvieron como mesa y sillas para una muy deseada comida y unas cervezas que se mantenían fresquísimas en nuestra pequeña nevera portátil.
El camino de vuelta resulta bastante cómodo y en 2 horas estábamos de nuevo en el coche. Después de conducir poco más de un kilómetro, dejamos el desvío hacia Nerin a nuestra derecha y continuamos ascendiendo hasta Vio, que quedaba a nuestra izquierda. Desde aquí, siguiendo las indicaciones, regresamos a Escalona para continuar hasta Bielsa. Paramos para hacer alguna compra y visitar el pueblo, pero no nos pareció que tuviese un atractivo especial, más allá de su ubicación y un cierto ambiente de montaña, así que pronto continuamos hasta el camping de Pineta, en el valle de Pineta. En el camping, enclavado en un sitio muy atractivo, habíamos reservado una habitación, que estaba muy bien, amplia, cómoda y con un buen baño, por un precio aceptable (66 €, desayuno incluido), aunque el desayuno se limitaba a un café más bien malo y una tostada. El personal del camping fue muy amable, especialmente Juan, que atendió con mucha paciencia todas nuestras preguntas y dudas acerca de la subida al Balcón de Pineta, puesto que la noche amenazaba tormenta, que finalmente se desencadenó, con lluvia y granizo, pero no con la suficiente virulencia como para asegurar una mañana despejada, según nos explicó Juan.

Viernes, 11 Julio 2008. Pineta – Llanos de la Larri – Lagos de la Munia – Pineta
Efectivamente, el día amaneció gris, lluvioso, con niebla y amenazando tormenta. De todas formas nos dirigimos zona de acampada libre, enfrente al Parador, punto de partida para ir al Balcón de Pineta, nuestro objetivo inicial. Allí, en la caseta de información nos encontramos a un guarda del parque que nos aconsejó no subir al Balcón, por seguridad y porque, aún en el caso, de llegar arriba, no veríamos nada. Como alternativa nos propuso subir a los llanos de la Larri y continuar luego al pico de La Estiva. Decidimos seguir su consejo y, un tanto decepcionados, iniciamos el camino hacia los llanos, que comparte una pequeña parte con el que lleva al balcón. No dejábamos de mirar en esa dirección, pero la niebla impedía ver a poca altura más allá de donde nos encontrábamos. Pronto nos encontramos un puente sobre una primera cascada y la belleza del sitio nos fue devolviendo el ánimo. Enseguida llegamos al desvío que lleva al balcón y ya en ese momento empezamos a plantearnos la posibilidad de adelantar un par de días nuestro regreso de Bretaña, hacia donde continuaríamos viaje el día siguiente, y volver para subir al balcón. Una nueva cascada, del río Larri, nos devuelve a nuestro nuevo objetivo y una hora después de iniciar nuestro camino, llegamos a los llanos. En los primeros prados algunas vacas pacen mientras que otras muchas, desganadas, dormitan tumbadas en los prados, casi confundidas con las piedras del entorno. El paisaje desde allí, maravilloso, un amplísimo espacio con prados y peñascos, surcado por el río Larri y rodeado de impresionantes montañas: de oeste a sur, el Cilindro (3.325 m), Monte Perdido (3.348 m) y el Soum de Ramond (3.259 m), hacia el norte, Pineta (2.861 m), hacia el noreste, sobre el circo de la Larri, la Punta Baja y la Punta Alta de las Blancas, y hacia el este, la Estiva. Al fondo de los llanos se divisa otra cascada que forma el río Larri y cuando buscábamos el camino para subir a la Estiva, vimos que 2 personas, las primeras que nos encontrábamos ese día, llegaban a los llanos y consultaban un mapa, por lo que les pedimos que nos dejasen consultarlo (nosotros no llevábamos puesto que habíamos salido con idea de ir al balcón..). Ellos pretendían llegar a los lagos de la Munia y decidimos seguir su mismo camino. Un paseo por los llanos, muy agradable y cómodo, nos llevó hasta una cascada muy bonita. Aquí, después de algún pequeño error, localizamos el sendero hacia los lagos, marcado por hitos y que, poco a poco, se va haciendo más duro y difícil. Al final de la subida había un pequeño tramo con especial dificultad, especialmente porque las piedras estaban muy húmedas y un resbalón podía suponer una terrible caída. Extremando las precauciones, lo pasamos y llegamos a unos pequeños prados que suponíamos el final de la subida pero después de un recodo calculamos que, por lo visto en el mapa y lo que veíamos ante nosotros necesitaríamos alrededor de una hora más para llegar a los lagos. Habíamos invertido casi 3 horas para llegar allí (1 hora a los llanos, 45 min a la cascada y 1h15 min en la subida) y el cielo se oscurecía por momentos, la niebla estaba cada vez más cerca y los truenos sonaban a lo lejos, así que, después de reponer fuerzas con unos bocadillos decidimos comenzar el camino de vuelta.
Cuando llegábamos a la cascada comenzó a llover con una fuerza tremenda, poco después era granizo, con unas bolas gordísimas, truenos y algún rayo a lo lejos, nos acompañaron prácticamente hasta llegar al aparcamiento. Afortunadamente, llevábamos buenas prendas para el agua, aunque nuestros pies, a pesar de ser de llevar unas buenas botas de gore-tex, llegaron completamente encharcados.
De vuelta al camping, una comida calentita, aunque no especialmente buena, nos ayudó a recuperarnos. La lavadora y secadora del camping nos permitieron deshacernos rápidamente de toda la ropa mojada.
Durante la tarde confirmamos nuestros planes de volver para subir al balcón de Pineta y ese mismo día hicimos la reserva en el camping.

…………………………… Bretaña ……………………………..

Martes, 29 Julio 2008. Valle de Pineta – Balcón de Pineta – Lago de Marboré - Pineta
Como en el anterior intento, sobre las 8:30 salíamos del camping mirando al cielo, comprobando que la niebla de nuevo cubría los picos más altos. Esta vez no estaba tan baja y, al menos, no había amenaza de tormenta. Buscábamos de nuevo al guarda para pedir información pero cuando llegamos a la caseta de información vimos que abandonaba el recinto en el coche. Preguntamos entonces a unos trabajadores de la zona que bajaban en un todo terreno por la pista forestal y nos dieron esperanzas de que la niebla podría desaparecer. Justo lo que queríamos oir, aunque no estábamos nosotros tan convencidos, así que decidimos iniciar el ascenso, al menos hasta la cascada del Cinca y después decidir en función de la evolución del tiempo. La subida hasta el desvío hacia la cascada nos llevó menos de 1 hora y la niebla había subido por lo que continuamos la ascensción. Poco a poco la subida se va haciendo cada vez más dura, aunque las vistas tanto embudohacia arriba como hacia el valle animan a continuar. Cuando ya comenzábamos la última parte de la subida, una zona conocida como “el embudo”, que es un auténtico pedregal y el tramos más duro, la niebla rondaba nuestras cabezas. Un grupo de personas que volvía de la cima nos dijo que arriba estaba totalmente cerrado de niebla, que no se veía absolutamente nada y que no merecía la pena subir. Fue un momento de duda, pero un pequeño claro entre la niebla y, aprovechando que en ese momento nos alcanzaban 2 personas que parecían tener cierta experiencia en la montaña, nos decidimos a seguirles. Era nuestra única esperanza de preguntar a alguien puesto que por detrás únicamente se veían a mucha distancia 4 personas a las que habíamos alcanzado previamente y otras 2 que acaban de decidir dar la vuelta puesto que no iban preparados y comenzaba a hacer bastante frío. La niebla nos jugó de nuevo una mala pasada y pronto perdimos de vista a nuestros predecesores, que además llevaban un ritmo de marcha muy alto. Por unos momentos la niebla se hizo tan espesa que apenas se distinguían los hitos entre todas las piedras y durante un par de minutos apenas sabíamos hacia donde avanzar. Afortunadamente, de pronto la niebla desapareció e incluso aparecieron unos tímidos rayos de sol que nos permitieron ver por primera vez el final de la subida y en 15 minutos alcanzábamos la cima.
Fueron 3 horas y media de duro ascenso, pero, aunque el espectáculo no fue completo puesto que glaciar de Pinetala niebla seguía cubriendo buena parte del Cilindro y Monte Perdido, sí pudimos admirar el maravilloso glaciar de Pineta y las increíbles vistas del valle. Hacía mucho viento y bastante frío y parapetados tras unas rocas nos comimos unos bocatas con la esperanza de que la niebla nos permitiese admirar las maravillas que se escondían ante nosotros, al tiempo que temíamos que se hiciese más densa y nos complicase el descenso. Eso hacía que tuviésemos dudas sobre continuar hasta el lago Marboré, como era nuestra intención inicial. Estuvimos casi una hora disfrutando del lugar cuando un hombre llegó con su hijo y nos dijo que subía al balcón por 3ª vez y se dirigía al lago. Eso nos dio cierta confianza y allí nos fuimos también. Fueron poco más de 30 minutos, caminando siempre por la nieve, entre sarrios y alguna marmota hasta llegar al lago. Unlago Marboré sitio alucinante, el lago cubierto en buena parte por una capa de hielo, con unas impresionantes montañas al fondo, separadas por una especie de V hasta la mitad, en cuyo vértice se divisa, un refugio de montaña, ya en Francia, en un sitio alucinante. Si uno no pone atención puede pasar desapercibido porque realmente no te esperas que allí pueda haber una construcción. Desde lo lejos recuerda, al menos a nosotros, a una especie de cabeza de cabeza de Allien. Aunque parece inaccesible, nuestro compañero nos decía que se podía llegar en unos 45 minutos. Sorprendentemente, en los alrecascada del Cincadedores del lago pueden encontrarse algunas preciosas flores que contrastan con la dureza del lugar. Contentos de haber llegado hasta allí, sin dejar de volver la vista atrás iniciamos el camino de vuelta. Por suerte, la niebla, si bien no llegó a descubrir los picos, tampoco bajó más, por lo que el descenso no supuso más problemas que los interminables zigzag. Al llegar a la altura de la cascada del Cinca hicimos un desvío hacia la derecha para verla de cerca. Es una auténtica preciosidad. La larguísima caída de agua formando pequeñas cascadas antes y después de la mayor de ellas, el increíble color del agua, y de las rocas húmedas, el ruido del agua y la frescura del lugar conforman otra de las maravillas del entorno de Monte Perdido. Ya sólo quedaba un paseo hasta el aparcamiento disfrutando de las últimas vistas de este precioso lugar.

Miércoles, 30 Julio 2008. Valle de Pineta – Zaragoza
Un cómodo viaje para recordar muchos momentos buenos de los últimos días y con muchas ganas de volver al balcón de Pineta, por una vez, sin niebla..

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